El Imperio animal


Por iniciativa de un programa de investigación, patrocinado por el Ministerio de la Verdad y la Secretaría para la Impunidad del Estado, estudiantes de Ciencias de la Comunicación se abocaron al análisis del imperio de los reptiles, esos seres tan presentes e influyentes en la historia de la humanidad. Para la simplificación de su estudio se los catalogó en Sauros, Camaleones y Ofidios.
Mediante la simple técnica de la observación es posible percibir a estas interactuando con los simples seres humanos.
Los sauros son criaturas que carecen de todo tipo de originalidad y explican sus actos a una debida obediencia. Transitan las mismas veredas que cualquier ciudadano, pero sin ser percibidos por estos. Aunque puedan tomar varias formas por lo general son engendros verdeazulados de piel escamosa que poseen cuatro extremidades cortas, grandes mandíbulas dentadas y un cuerpo largo que concluye en una cola también larga con la que se procura su alimento favorito, la carne frita. El solo hecho de olfatear la piel quemada lleva a estos seres a un profundo éxtasis que los conduce a copular con sus víctimas-alimento entre gritos y golpes.
Los Sauros forman sus refugios en lugarese tan secretos y cotidianos como garajes, negocios o fábricas abandonadas, guarniciones, hasta se los ha visto en escuelas. Tal vez esto ocurra por la desidia del Estado. Este, por su parte, está hegemonizado por los camaleones; criaturas inteligentes e intrépidas, amigas y rivales de los Sauros. Ambos viven pecho a tierra a causa de sus cortas extremidades.
Los Camaleones son famosos por cambiar del color en el momento preciso, son compañeros y correligionarios.
Pero las criaturas que están más cerca del suelo son los Ofidios, una epecie reptante por carecer de extremidades, ello no les impide poseer una eficaz organización vertical que anula cualquier tipo evolutivo de su especie.
Los Ofidios son los cómplices perfectos de los Sauros y, en menor medida de los Camaleones.
Reunidos en concilios por claustros, forman casi una perfecta trinidad.